• Quiere averiguar los datos científicos sobre qué es lo que
va mal;
• Desea encontrar el mejor tratamiento;
• aprendamos estrategias y adquirir habilidades para
superar sus
síntomas;
• Quiere saber cómo potenciar sus puntos fuertes.
El TDAH es real. y no solo afecta
a los niños. El Doctor Barkley a dedicado más de 35 años a tratar, investigar y enseñar
qué es el TDAH. Durante la mayoría de todos estos años, poca gente creía que los
adultos pudieran padecerlo. Ahora en base a pruebas científicas de que nada
menos que dos tercios de los niños con TDAH seguirán presentando cuando
crezcan, lo que significa entre un 4% y un 5% de los adultos. Esto supone más de 11
millones de adultos solo en Estados Unidos. Si es uno de estos adultos afectados
(o piensa que podría serlo), en su libro
Se dirige a los lectores porque considera que deberíamos
de recoger el fruto de todo lo que
Durante décadas de investigación el Dr Berkley y sus colaboradores señalan que el TDAH es
quizá uno de los trastornos mentales o emocionales más estudiados. De hecho, la
información y los consejos contenidos se
basan en más de 7000 estudios publicados durante todo el siglo
pasado.
Es primordial saber que el TDAH afecta al cerebro. gracias al Dr.Tenemos una visión clara de cómo y por qué esos síntomas convierten su vida diaria en un
camino cuesta arriba.
Lo mejor de todo nos informaremos sobre el tratamiento efectivosadultos terminan por tener la
sensación de que por primera vez el terreno de juego de su vida está
nivelado. En estas páginas, del blog va a conocer a algunas estrategias basadas en
u na teoría sobre el TDAH que he
desarrollado y que pueden dar un giro de ciento grados a su vida en el trabajo, en casa
y en la escuela, así como con su familia y amigos.
Estas estrategias derivan del
conocimiento científico sobre qué hay detrás de sus síntomas, y pueden ayudarle a
tener éxito en cualquier cosa que considere importante, pues no es más que lo
que se merece.
Primer paso: para empezar, evalúese
El tiempo se me va de las manos y no puedo aprovecharlo como
los demás adultos.
Mi mente y mi vida son un desastre. Casi nunca puedo
organizarme en el trabajo o en cualquier otra actividad como hace cualquier otro adulto
que conozca.
Sé que no paro de cambiar de una cosa a otra, de un proyecto
a otro, y esto vuelve locos a todos los que trabajan conmigo. Pero tengo que hacer
las cosas en cuanto pienso en ellas, porque si no, se me olvidan y nunca las
termino.
Cuando era niña, no era capaz de permanecer sentada y
quieta, y no sabía qué hacer con toda la energía que tenía. Siempre me sentí como un
bicho raro y lo odiaba.
Recuerdo que tenía que ir cada día a la enfermería a tomar
mis medicinas… ¡era lo peor! Nadie quería ser mi amigo porque no encajaba con el
resto. Nunca seré la chica tranquila del grupo, la reservada o la serena. Soy la
chica extrovertida, a veces ruidosa (bueno, quizá más de lo que estoy dispuesta a
admitir),